Contenido del curso
Impulsa

¿Cómo afecta la alimentación a nuestros sentimientos?

La alimentación tiene un impacto directo en nuestros sentimientos y estado de ánimo debido a la relación entre los nutrientes que consumimos y la química de nuestro cerebro. Aquí te explico cómo:

Influencia en la producción de neurotransmisores

Serotonina (felicidad y bienestar): Se produce en gran parte en el intestino y está relacionada con el consumo de triptofano, presente en alimentos como el plátano, el pavo, el chocolate negro y los frutos secos.
Dopamina (motivación y placer): Se ve favorecida por una alimentación rica en proteínas (carnes magras, huevos, lácteos) y antioxidantes (frutas y verduras de colores intensos).
GABA (relajación y reducción del estrés): Se asocia a alimentos ricos en magnesio, como las almendras, las espinacas y el cacao puro.

Niveles de energía y estado de ánimo

Carbohidratos complejos (energía estable): Alimentos como la avena, el arroz integral y las legumbres proporcionan glucosa de forma gradual, evitando picos y caídas bruscas de energía que pueden provocar irritabilidad y fatiga.
Azúcares refinados y ultraprocesados: Causan subidas rápidas de glucosa seguidas de caídas drásticas, lo que puede generar ansiedad, cansancio y cambios de humor.

Inflamación y salud intestinal

El exceso de grasas trans, azúcar y procesados puede generar inflamación crónica, que está vinculada con la depresión y la fatiga mental.
Un intestino saludable, con una microbiota equilibrada (favorecida por fibra, probióticos y prebióticos), mejora la producción de neurotransmisores y reduce el riesgo de ansiedad y depresión.

Deficiencias nutricionales y emociones

Déficit de Omega-3: Puede generar irritabilidad y menor capacidad para gestionar el estrés.
Falta de hierro: Se asocia con fatiga y apatía.
Bajas vitaminas del grupo B (especialmente B6, B12 y ácido fólico): Relacionadas con la depresión y la falta de concentración.

La alimentación no es solo una fuente de energía, sino un puente entre nuestro cuerpo y nuestra mente. Cada elección que hacemos al comer tiene el poder de influir en cómo nos sentimos, en nuestra capacidad de afrontar el día y en nuestra relación con nosotros mismos. Comer bien no se trata de seguir reglas estrictas, sino de entender que lo que ponemos en nuestro plato es un acto de autocuidado.

Si supieras que cada bocado que comes puede influir en tu estado de ánimo y bienestar, ¿qué cambios harías en tu alimentación hoy? 🍽️✨