Libérate de la culpa

La culpa puede ser una carga emocional difícil de soltar, pero recuerda que es una señal, no un castigo. Aquí tienes un ejercicio práctico para liberarte de ella:
Identifica el origen de la culpa
Haz una pausa y pregúntate:
¿Qué hice (o no hice) que me hace sentir culpable?
¿Es una expectativa mía o de alguien más?
Es importante entender si la culpa proviene de algo que realmente controlas.
¿Qué hice (o no hice) que me hace sentir culpable?
¿Es una expectativa mía o de alguien más?
Es importante entender si la culpa proviene de algo que realmente controlas.
Practica la autocompasión
Habla contigo misma como hablarías con una amiga que está en tu situación:
«Es normal cometer errores.»
«Estoy haciendo lo mejor que puedo en este momento.»
La autocompasión te ayudará a soltar la carga de manera saludable.
«Es normal cometer errores.»
«Estoy haciendo lo mejor que puedo en este momento.»
La autocompasión te ayudará a soltar la carga de manera saludable.
Crea un pequeño ritual de liberación
Escribe en un papel aquello que te hace sentir culpable y luego rómpelo o quémalo (de forma segura). Visualiza cómo te liberas de esa energía negativa.
Y recuerda que la culpa no define quién eres; es solo una señal de que valoras algo. Usa esa señal para crecer, no para castigarte🩵
Y recuerda que la culpa no define quién eres; es solo una señal de que valoras algo. Usa esa señal para crecer, no para castigarte🩵